Eres la luchadora del pan.

Pero tu enemigo es muy poderoso.

Sientes que necesitas reducir el pan, lo has intentado varias veces, pero siempre terminas volviendo. 

Buscas alternativas, pero te cuesta encontrar opciones que te lo hagan fácil.

Y te voy a decir algo, no es culpa tuya el no encontrarlas. 

El pan te rodea, está por todas partes y es casi imposible no caer en él.

El pan, las harinas y los azúcares, generan una ADICCIÓN similar al tabaco, alcohol y drogas.

Te voy a decir algo, no tienes que dejarlo de golpe, ni prohibirlo ni nada por el estilo.

Pero es necesario reducirlo.

Y hay una forma de hacerlo sencillo, sereno y práctico, para lograrlo.

No tienes nada que perder, ¡Y mucho que ganar!